El día que llegue el fin del mundo quiero
que nos sorprenda haciendo el amor, porque lo último que quiero sentir
son nuestros intentos por fundirnos el uno al otro.
Quiero que el último recuerdo que tenga de mi vida sea el sabor de tu saliva en
mis labios, el tacto de tus manos apretándome la espalda, tu olor, tus orgasmos suicidándose en
mis oídos. Cuando el planeta empiece a partirse en dos quiero anclarme a tus jadeos…
pecho con pecho, absorber todos y cada uno de tus latidos. Y que no
pares de repetirme, con respiración violenta e intermitente, que me quieres…
que me quieres y que nunca dejarías de hacerlo...aunque fuera el fin del mundo.
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